miércoles, 26 de noviembre de 2008

La potencia sin control no sirve de nada

Perdonad que utilice esta frase publicitaria para titular esta entrada, pero es la sensación que uno tiene al ver a determinados jugadores.

Desde hace unos años en los campos de fútbol podemos ver todo tipo de jugadores, desde los llamados "destructores" a los supuestos "jugones", aunque este último término se utiliza muy a la ligera en los últimos tiempos, pero de eso ya se hablará otro día.

Junto a todos estos perfiles encontramos los jugadores físicos, los cuales cuentan con un cuerpo y unas condiciones prácticamente sobrenaturales. Essien, Drogba, Sergio Ramos, Keita, son algunos ejemplos. Pero dentro de este grupo podemos encontrar unos con mayor calidad que otros. Y aquí es donde se puede aplicar la frase del titular.

Todo esto viene porque ayer mientras veía el partido del Real Madrid no acababa de entender como estaba en el campo un jugador como Drenthe, el cual puede parecer que aporta bastante porque continuamente aproximaba el balón al área, pero en mi opinión era todo lo contrario, ya que sus llegadas y sus centros al final se convirtieron en algo que al Bate no le preocupaba, porque Drenthe no hizo ni un sólo centro bueno, ni una llegada con cabeza.

Y aquí es donde uno puede plantearse si no sería mejor un jugador que a pesar de contar con peores condiciones físicas, porque otra cosa no, pero Drenthe no paraba de correr y luchar, si que fuera capaz de crear verdadero peligro. Es decir, un jugador que sólo sea capaz de llegar 5 veces al ataque pero al menos centre 3 o 4 bien.

Y es que Drenthe es el claro ejemplo de que la potencia sin control no sirve de nada, y que por mucha fuerza física que tengas, si la calidad no te acompaña, te conviertes en un jugador normal o incluso mediocre que perjudica más de lo que aporta.

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